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nautonnier

Thursday, March 30, 2006

"La primer mentira..."

"Hoy descubrí una piedra que cantaba, en tono de tenor. Sin embargo al acercarme y levantarla, descubrí que no era la piedra la que cantaba, sino que el sapo que invernaba debajo."

Las apariencias y las fórmulas preconcebidas hacen que nos imaginemos y concibamos cosas distintas a la realidad. Quizá en la mejor intención de encontrarle mejor sentido a lo que nos rodea, sin embargo la piedra nunca será la que canta... siempre será el sapo. Como Cyrano...

Quiero tantas cosas imposibles, pero tan solo me puedo topar con aquellas que más bien se topan conmigo en mi andar.

"De lejos ví una fuente con aguas de oro. Emocionado, me acerqué lo más pronto posible para admirar aquella maravilla, sin embargo desilucionado me dí cuenta de que las aguas no eran de oro. Tan solo era el reflejo del sol en ellas."

Muchas veces quieres tanto encontrar algo que sea tan diferente, que hasta en lo más ordinario lo encuentras, o más bien lo quieres encontrar. Sin embargo, al cabo de algún tiempo, te das cuenta, al observarlo más de cerca que dista mucho de la idea que tenías al verlo a lo lejos.

Pero sigo con la esperanza de encontrarme un espejismo en el desierto. Un espejismo donde al llegar a él se convierta en un oasis, para que cuando volteé de nuevo a ver el desierto me dé cuenta de que el espejismo no era el oasis, sino el desierto...

La pregunta es ¿que quieres? - ¿que buscas?

Busco: "Una princesa convertida en un dragón, quería el hacha de un brujo para echarla en mi zurrón, quería un vellocino de oro para un reino, quería que Virgilio me llevara al infierno, quería ir al cielo en un frijol sembrado, y ya..."

Busco lo que no hay como tal, pero que existe. Existe porque tengo la capacidad de pensarlo e imaginarlo y sobretodo porque de esta vida hago lo que quiero de ella. Busco y quiero eso de lo que hay poco, lo raro, lo entrañable... Quiero callarle la boca al que asegura que no existe lo fantástico, lo increible, aquel pegasso, ese unicornio, ese arbusto incendiado... Callarlo con un rayo fatal, fulminante, para que al final tenga piedras que cantan, fuentes de oro, dragones, viajes por el infierno y por último una visita guiada por el cielo en una nube voladora.

Me busco a mí...



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